EL CONCEPTO DE PERTINENCIA COMO CARACTERÍSTICA
DEL ENFOQUE DE DERECHOS Y LA CALIDAD DE LA EDUCACIÓN
El concepto de pertinencia se empieza a utilizar en el informe de
seguimiento de la EPT en 2005 donde se hace una apuesta directa al enfoque de
Derechos que vienen promoviendo las agencias. La pertinencia es un concepto que
refiere directamente a la Calidad educativa. "La noción de pertinencia
siempre ha estado presente en los debates sobre la calidad de la educación. En
el pasado, en particular en los países en desarrollo, solía considerarse que
los planes de estudios importados o legados por el colonialismo tenían poco en
cuenta el contexto local y el medio sociocultural de los educandos. En la
Convención sobre los Derechos del Niño, se hace hincapié en un enfoque de la
enseñanza y el aprendizaje centrado en el niño. Esto pone a su vez de relieve
la importancia de los planes de estudios que atienden, en la medida de lo
posible, las necesidades y prioridades de los alumnos, sus familias y sus
comunidades", y está referido directamente a los planes de estudio y su
relación con el contexto social y las necesidades locales.
De igual forma, la pertinencia se refiere a que sí lo que se está
enseñando produce las competencias necesarias para garantizar el crecimiento
económico, entendiendo que la educación es el mecanismo más útil para superar
la pobreza. Estos conceptos son tomados por la el Proyecto Regional de
Educación para América Latina y el Caribe (PRELAC) en la II reunión
intergubernamental, donde el eje de discusión es la calidad como un imperativo
del cumplimiento de los Derechos Humanos lo que se expresa: "la calidad de
la educación en tanto derecho fundamental, además de ser eficaz y eficiente,
debe respetar los derechos de todas las personas, ser relevante, pertinente y
equitativa
El carácter que se le da a la educación como Derecho pone de relieve que
lo hace exigible y justiciable: "Esto supone que no puede ser considerada
como un mero servicio o una mercancía negociable, sino como un derecho que el
Estado tiene la obligación de respetar, asegurar, proteger y promover. Los
servicios pueden ser diferidos, pospuestos y hasta negados, mientras que un
derecho es exigible y justiciable por las consecuencias que se derivan de su
violación o irrespeto".
Al ser un Derecho se le exige que sea de Calidad para que promueva el
pleno desarrollo de las múltiples potencialidades de la persona. Una educación
de calidad debe tener cinco dimensiones: " La Oficina Regional de
Educación de la UNESCO para América Latina y el Caribe ha establecido cinco
dimensiones para definir una educación de calidad, desde la perspectiva de un
enfoque de derechos. Estas dimensiones son relevancia, pertinencia, equidad,
eficacia y eficiencia, y están estrechamente relacionadas, al punto que la
ausencia de alguna de ellas determinaría una concepción equivocada de lo que
cabría entender por una educación de calidad (UNESCO/OREALC 2007.
Así, "La pertinencia de la educación nos remite a la necesidad de
que ésta sea significativa para personas de distintos contextos sociales y
culturales, y con diferentes capacidades e intereses, de tal forma que puedan
apropiarse de los contenidos de la cultura, mundial y local, y construirse como
sujetos en la sociedad, desarrollando su autonomía, autogobierno, su libertad y
su propia identidad.
Para que haya pertinencia la oferta educativa, el currículo y los
métodos de enseñanza tienen que ser flexibles para adaptarse a las necesidades
y características de los estudiantes y de los diversos contextos sociales y
culturales. Esto exige transitar desde una pedagogía de la homogeneidad hacia
una pedagogía de la diversidad, aprovechando ésta como una oportunidad para
enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje, y optimizar el desarrollo
personal y social"(
Estas dimensiones llevan a pensar en la Calidad más allá de la
eficiencia y eficacia: "Eficacia implica analizar en qué medida se logran
o no garantizar, en términos de metas, los principios de equidad, relevancia y
pertinencia de la educación, mientras que la Eficiencia se refiere a cómo la
acción pública asigna a la educación los recursos necesarios y si los
distribuye y utiliza de manera adecuada"
Por tanto la pertinencia, como concepto de Calidad Educativa se refiere:
en primera instancia, a reconocer que el centro de los procesos educativos son
los niños y las niñas a quienes hay que garantizar sus derechos fundamentales
entre los que se encuentra el derecho a la educación de calidad. La calidad
supone que lo que se enseña debe responder a su contexto y a sus circunstancias
específicas, y que, como mecanismo de superar las desigualdades (equidad) la
educación debe promover el desarrollo de las potencialidades y capacidades que
le permitan desarrollar las competencias para superar la pobreza. De igual
forma la calidad educativa se constituye como una forma de desarrollo social
que permite interactuar con el mundo global, pero a su vez comprender el mundo
Local haciéndolo relevante a las circunstancias específicas en que se
desenvuelven los estudiantes
Internacionalización en la Educación
Superior: el proceso de traspasar fronteras
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La internacionalización en la educación superior
se entiende como un proceso de desarrollo e implementación de políticas y
programas para integrar las dimensiones internacional e intercultural en las
misiones, propósitos y funciones de las instituciones universitarias. A
través de ella se tiende a formalizar los beneficios de la cooperación
internacional para la comunidad universitaria en general.
Este concepto se presenta como una respuesta a los desafíos que impone
la globalización, definida como la integración más estrecha de los países y
los pueblos del mundo, producida por la enorme reducción de los costes de
transporte y comunicación, y el desmantelamiento de las barreras artificiales
a los flujos de bienes, capitales, servicios y conocimiento y en menor grado,
a personas a través de las fronteras.
La importancia que hoy se le otorga a la internacionalización en la
educación superior es enorme, sobre todo porque arrastra los conceptos que se
vienen a establecer las directrices del nuevo paradigma de la educación:
regionalización, colaboración, cooperación, integración, movilidad académica,
alianzas, innovación, TICs y competencia, entre otros.
Prueba de ello es la importancia que se le dio a este tema en la
Conferencia Mundial sobre
Educación Superior CMES 2009 organizada por la UNESCO, realizada a principios
de julio en París, donde varios ministros de educación de todo el mundo y
encargados de la elaboración de políticas, discutieron en torno a sesiones de
trabajo, sobre:
– los cambios en las pautas que rigen las relaciones entre el Estado, la
enseñanza superior y el mercado; la amplia gama de iniciativas y asociaciones
internacionales innovadoras;
– el potencial que ofrece la prestación de servicios y recursos educativos a
través de las fronteras y los riesgos conexos;
– los efectos de estas tendencias sobre las modalidades de financiación de
las instituciones de educación superior y sobre los educandos – más allá de
los estipendios para sufragar los desplazamientos;
– y los cambios de gran calado que se necesitan en las políticas relativas a
la educación superior y en las pautas de gobernanza y gestión.
Promoviendo la internacionalización
La internacionalización de las universidades se ha vuelto parte de las
agendas nacionales e institucionales en todos los países de América Latina y
el Caribe, desde hace algunos años.
Promoverla implica acciones como la movilidad de estudiantes,
profesores e investigadores, creación de redes de carácter regional e
internacional, oferta educativa internacional, internacionalización del
currículum vitae, dobles titulaciones, acuerdos interinstitucionales,
investigaciones y posgrados conjuntos, enseñanza de idiomas y culturas
locales, programas de cooperación al desarrollo, procesos regionales de
evaluación y acreditación de la calidad universitaria y las medidas para
mitigar la “fuga de cerebros”, entre varias otras medidas.
Una tarea titánica que conlleva un trabajo enorme donde cada
institución de educación superior ha debido elaborar nuevos proyectos y crear
programas para hacer frente a este reto. Pero una acción necesaria, por no
decir obligatoria, para crear una sociedad del conocimiento, para mejorar la
calidad de la educación superior, para contribuir al entendimiento global,
para preparar a estudiantes en el desempeño de en una comunidad multicultural
y así hacerlos más competitivos, más competentes y mejores ciudadanos.
El aporte del COLAM
A lo largo de su historia, el COLAM ha procurado ser un espacio de
cooperación interuniversitaria en las Américas, por ello ha velado por
mejorar la pertinencia y calidad de la educación superior en esta región
ofreciendo oportunidades a través de una educación permanente, calificada y
sin fronteras, en el marco de la concepción de cooperación internacional.
En este sentido, el tema de la internacionalización no ha pasado
desapercibido y el Colegio de las Américas ha procurado darle la importancia
que se merece.
Bajo la premisa de que la internacionalización de la educación
superior tiene como objetivo general sensibilizar a los académicos sobre la
necesidad de contar con IES con recursos formados para gestionarla, en 2005
nació una propuesta para crear la Red Interamericana de Formación en
Internacionalización de la Educación Superior.
La idea, desde un comienzo, fue implementar un proceso de formación de
cuadros académicos y directivos en esta materia, a través de cursos
intensivos, de manera de contribuir, al interior de las universidades que
participan en la Red, en generar una masa crítica que ayude eficazmente a su
implementación.
Con el tiempo las ideas fueron madurando y se decidió que el proyecto
por el cual trabajaría esta Red sería el de construir y ofrecer un
Certificado de Internacionalización de la Educación Superior, de actualización
profesional, educación permanente o formación continua, dirigido a
directores, asesores, coordinadores o vicerrectores de Relaciones y
Cooperación Académica Internacional, así como docentes e investigadores de
las IES miembros de la OUI, interesados en esos procesos.
En abril de ese año, en Guadalajara, México, en el marco del Congreso
Internacional Conjunto, los miembros de la Red de Internacionalización
presentaron un Modelo de Capacitación de Gestores Universitarios para la
internacionalización de la educación superior, que incluye los fundamentos de
este concepto, la organización y estrategias institucionales de la
internacionalización, los recursos y búsquedas de financiamiento, la
planificación de la cooperación para el desarrollo y estudios de casos de
países como Brasil, Canadá, Chile y México.
En este mismo encuentro, la Red de Internacionalización definió los
módulos para el programa del Certificado antes mencionado, el cual será
ofrecido en modalidad online en un futuro cercano, para los interesados.
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A medida que avanzamos en el siglo 21, la dimensión
internacional de la educación superior se hace más importante y al mismo
tiempo, más compleja. Hay nuevos actores, nuevos fundamentos, nuevas
regulaciones y un nuevo contexto de globalización. La internacionalización se
ha convertido en una fuerza formidable para el cambio. Esta discusión reconoce
los múltiples y variados beneficios atribuidos a la internacionalización, pero
su objetivo principal son las consecuencias no intencionadas, que necesitan ser
abordadas y monitoreadas.
¿Qué significa internacionalización?
Internacionalización es un término que significa diferentes
cosas para diferentes personas. Para algunos, significa una serie de
actividades como la movilidad académica para estudiantes y profesores; redes
internacionales, asociaciones y proyectos; nuevos programas académicos e
iniciativas de investigación. Para otros, significa la transmisión de educación
a otros países, a través de nuevas disposiciones, como las sucursales de
universidades o franquicias, usando una variedad de técnicas cara-a-cara y a distancia.
Para muchos, significa la inclusión de una dimensión internacional,
intercultural y/o global dentro del curriculum y el proceso de
enseñanza-aprendizaje. Aún otros ven la internacionalización como centros
regionales de educación, puntos calientes, aldeas de conocimiento. Los
proyectos de desarrollo internacionales han sido percibidos tradicionalmente
como parte de la internacionalización y más recientemente, el incremento del
énfasis en el comercio de la educación superior, también está siendo visto como
internacionalización. Así, la internacionalización es interpretada y utilizada
de forma diferente en los países alrededor del mundo.
Nuevos Desarrollos y Consecuencias No Intencionadas
El entrenamiento del cerebro
¿Poco sabíamos hace veinticinco años sobre que la altamente
valorada e internacionalmente promocionada movilidad académica, para
estudiantes, becarios y profesores, tendría el potencial de crecer hasta
convertirse en un muy competitivo negocio de reclutamiento internacional?
Varios países están invirtiendo en grandes campañas de mercadeo para atraer a
los mejores y más brillantes talentos a estudiar y trabajar en sus
instituciones, con el fin de alimentar el “poder del cerebro” para sus agendas
de innovación e investigación. No deben ser subestimados las complejidades y
desafíos relacionados con la movilidad académica y profesional. Tampoco sus
beneficios potenciales. Pero es imposible ignorar la última carrera para atraer
a estudiantes y académicos internacionales para el “poder del cerebro” y la
“generación de ingresos”. La meta original, de ayudar a los estudiantes de
países en desarrollo a estudiar en otro país para completar un grado y que
regresaran a casa, se desvanece rápidamente, mientras las naciones compiten
para retener los necesarios recursos humanos.
Mientras la “fuga de cerebros y ganancia de cerebros” son
conceptos muy bien conocidos, la investigación está mostrando que estudiantes e
investigadores internacionales están cada vez más interesados en tener un grado
en el país A, seguido de un segundo grado o posiblemente una pasantía en el
país B, que los conduzca a un empleo en el país C y probablemente D, para
regresar a casa después de 8 a 12 años de estudio internacional y experiencia
de trabajo. De allí el surgimiento del término “entrenamiento del cerebro”.
Desde una perspectiva política, la educación superior se está convirtiendo en
un actor importante y está trabajando ahora en colaboración más estrecha con
inmigración, la industria y los sectores de ciencia y tecnología, en la
construcción de una estrategia integrada para atraer y retener a los
trabajadores del conocimiento. La convergencia del envejecimiento de la
sociedad, las bajas tasas de natalidad, la economía del conocimiento y la
movilidad laboral profesional, introducen nuevas cuestiones y oportunidades
para el sector de la educación superior y producen algunos resultados y
desafíos imprevistos en términos de movilidad internacional.
Grado y molinos de acreditación
Se prevé que para el año 2025 la demanda de educación
internacional aumentará a 7.2 millones de estudiantes - un salto cuántico de
los 1.2 millones de estudiantes en el año 2000. Algunos, pero ciertamente no
todos los de esta demanda, serán cubiertos por la movilidad de los estudiantes.
En consecuencia, el número de nuevos proveedores – compañías comerciales y
entes no gubernamentales – impartiendo programas a estudiantes en sus países de
origen se está incrementando aceleradamente a un ritmo sin precedentes. Ya no
son solamente estudiantes, profesores e investigadores quienes son
internacionalmente móviles - programas de grado/diploma se están entregando a
través de las fronteras y las sucursales de universidades o instituciones
únicas se están estableciendo en países en desarrollo y desarrollados alrededor
del mundo.
Mientras estos nuevos desarrollos están pensados para aumentar
el acceso a la educación superior y satisfacer el apetito por credenciales
extranjeras, hay serios problemas relacionados a la calidad de la oferta
académica, la integridad de los nuevos tipos de proveedores y el reconocimiento
de acreditaciones. El aumento del número de fábricas de títulos extranjeros
(venta de grados solo de pergamino) y molinos de acreditación (venta de
credenciales falsas de programas o instituciones), y astutos proveedores con
fines lucrativos (no reconocidos por las autoridades) son realidades que deben
ser conocidas ahora por estudiantes, padres, empleadores y la comunidad
académica. ¿Quien hubiera adivinado dos décadas atrás que la educación
internacional estaría luchando para enfrentarse a grados y acreditaciones
falsas; credenciales académicas que son ganadas pero no reconocidas, e
instituciones “fantasmas” no reguladas?
Por supuesto, que es igualmente importante reconocer los
desarrollos innovadores de nuevos proveedores de buena fe y de universidades
tradicionales, que están ofreciendo programas de alta calidad así como títulos
legítimos, a través de nuevos tipos de acuerdos y alianzas (franquicias,
intercambios y universidades sucursales). La eterna cuestión de equilibrar el
costo, la calidad y el acceso, desafía
significativamente los beneficios y riesgos de la educación
transfronteriza.
Mercantilización y Comercialización
El corazón del debate para muchos educadores está en el impacto
del aumento del comercio de la educación transfronteriza sobre la finalidad, el
rol y los valores de la educación superior. El crecimiento en nuevos
proveedores comerciales y privados, la mercantilización y la orientación
mercantil de la educación y la perspectiva de nuevos marcos de política
comercial, son catalizadores para estimular una reflexión seria sobre el papel,
el compromiso social y el financiamiento de las instituciones de educación
superior pública en la sociedad. La trinidad de la enseñanza-aprendizaje,
investigación y servicio para la sociedad, tradicionalmente ha guiado la
evolución de las universidades y su contribución al desarrollo social,
cultural, humano, científico y económico de una nación y su gente. ¿Es todavía
válida la combinación de estos roles, o pueden ser desglosados y prestados por
diferentes proveedores?
Estatus y Perfil – Clasificaciones mundiales
Las clasificaciones (ranking)
internacionales y regionales de las universidades se han hecho más populares y
problemáticas en los últimos cinco años. Continúa el acalorado debate acerca de
su validez, fiabilidad y valor. Pero al mismo tiempo, presidentes de
universidades declaran en su plan estratégico que un resultado medible de la
internacionalización, será el logro de una posición específica en uno o varios
instrumentos de la clasificación mundial. La internacionalización es percibida
por algunas instituciones como un medio para obtener perfil y prestigio
mundial. La competencia intensa por el ranking
mundial habría sido imposible de imaginar hace apenas veinte años, cuando la
colaboración internacional entre las universidades, a través de intercambios
académicos y proyectos de cooperación de desarrollo, era la norma. Por
supuesto, estos tipos de actividades todavía tienen lugar, pero los factores que
impulsan la internacionalización se están volviendo cada vez más variados,
complejos y competitivos. ¿Es que la cooperación internacional está siendo
eclipsada por la competencia por el estatus, los estudiantes brillantes,
talento del profesorado, becas de investigación, y la membresía en redes
mundiales?
¿Y ahora qué?
Estos nuevos acontecimientos y consecuencias no intencionadas
ilustran que nada se desarrolla completamente según lo previsto y que es
necesario estar alerta a giros inesperados a lo largo del camino a la
internacionalización. Con la innovación vienen nuevas oportunidades, éxitos y
también amenazas. Es imperativo que las dimensiones internacionales,
interculturales y globales de la educación superior sigan siendo proactivas,
responsables e innovadoras, manteniendo una estrecha vigilancia sobre las
derivaciones no previstas e implicaciones. A medida que la internacionalización
madura a través de sus edades y etapas de crecimiento, un ojo crítico y una
fuerte voluntad son necesarios para monitorear los resultados intencionados y
no intencionados por este año y por veinticinco años.